¿Nuestro sistema judicial funciona como el anglosajón?
En el imaginario colectivo, muchas veces influenciado por películas o series extranjeras, se tiende a creer que los tribunales deciden con base en lo que se ha resuelto en otros casos anteriores, como si existiera una regla que dijera: "si en el caso A se falló de esta forma, entonces en el caso B, que es parecido, se debe fallar igual." Esta lógica pertenece al sistema de common law o sistema judicial anglosajón, como el que rige en países como Estados Unidos, Reino Unido o Australia.
Sin embargo, en Chile el sistema es distinto. Nuestro país pertenece a la tradición jurídica continental o romano-germánica, donde los tribunales no están obligados por fallos anteriores. Esto implica que no existe una "jurisprudencia vinculante" como en el sistema anglosajón.
¿Qué significa esto en términos prácticos? Significa que cada caso debe ser analizado en función de los hechos concretos y de las pruebas que se presenten en esa causa específica. Los jueces no fallan simplemente porque un caso anterior fue parecido; fallan considerando las circunstancias particulares, las pruebas ofrecidas por las partes, las pericias, los testimonios y los argumentos jurídicos que se rindan durante el juicio.
La importancia de esta diferencia al elegir un abogado A la hora de elegir una defensa penal, muchas personas cometen el error de fijarse únicamente en si el abogado tuvo éxito en un caso anterior similar. Por ejemplo, si ese abogado logró una absolución en un caso de tráfico de drogas, entonces automáticamente se asume que lo logrará nuevamente en una causa parecida. Pero esta presunción no es correcta en nuestro sistema jurídico.
Dado que los tribunales deciden caso a caso y no por precedentes obligatorios, lo fundamental no es únicamente si el abogado ganó una causa anterior, sino cómo enfrentará los hechos particulares del nuevo caso:
¿Tiene una teoría del caso bien estructurada?
¿Analizó críticamente la prueba de la Fiscalía?
¿Planea ofrecer prueba propia?
¿Tiene dominio técnico en litigación penal?
¿Conoce en profundidad el derecho penal sustantivo y procesal chileno?
¿Está dispuesto a personalizar la defensa en función de la realidad del acusado?
El éxito pasado no garantiza el éxito futuro, y esto no significa que el abogado sea mejor o peor, sino que el resultado judicial depende de múltiples factores que cambian en cada causa: calidad de las pruebas, testigos disponibles, contexto, estrategia procesal de la contraparte, entre otros.
El sistema penal chileno: decisión individualizada, no mecánica En nuestro sistema procesal penal, regido por el Código Procesal Penal de Chile, el principio de inmediación, oralidad y contradicción exige que el juez o tribunal escuche directamente a las partes, observe la prueba rendida en juicio y falle según lo que se acredite en ese momento procesal, sin importar si otro caso anterior fue resuelto de manera similar o diferente.
Esto refuerza la idea de que no hay fórmulas replicables ni resultados predeterminados. Lo que sí hay son abogados comprometidos, con conocimiento técnico, estrategia, ética y preparación para construir la mejor defensa posible en el caso específico que se les encomiende.
Elegir defensa penal con criterios objetivos y realistas Al buscar un abogado penalista, es legítimo informarse sobre su experiencia y trayectoria. Sin embargo, el criterio determinante debe ser la capacidad del profesional para analizar los hechos particulares, identificar los puntos débiles de la imputación, y diseñar una defensa ajustada a tu realidad jurídica y procesal.
No basta con que haya ganado casos similares. Lo importante es que pueda construir una defensa sólida en TU caso. Porque en Chile, la justicia no se rige por recetas ni jurisprudencias automáticas: se construye caso a caso, prueba a prueba, argumento a argumento.